Esta cuarentena, lo primero, si eres de los afortunados que pueden quedarse en casa y no estar en riesgo día a día, es buscar la forma en que puedas sentirte tranquila día a día. Lo más importante, en esta situación que parece de película distópica, es priorizar tu salud mental: de ahí se desprende el resto. No todos somos iguales, entonces lo que le funciona a una persona es muy posible que no te funcione a ti, y viceversa. Sin embargo, hay algunas acciones básicas que puedes incorporar a tu rutina (pandemia o no pandemia) que van a mejorar tu calidad de vida. Te voy a hablar de cuatro de ellas.

Puede que ya las estés haciendo, porque al final son buenos hábitos. Si no es el caso, pueden ser algo que te ayude a pasar una mejor noche. También aprovecho para incluirte otra más, un bonus para tiempos de crisis. Y no, no se trata de hacerlo todo ni de aprender todo lo que hay por aprender en el mundo.

Las cuatro acciones son simples: alimentarte bien. Moverte. Comunicarte. Meditar. Y (bonus, por si te cuesta hasta levantarte y sientes que el día no tiene sentido o coherencia) el método de las tres cosas de Elise Joy. Vamos a revisar una a una.

5 doable things to fell better on the long run

Alimentarte bien

En corto: no comas solo por comer.

Eres lo que comes. Deja que la comida sea tu medicina. Todos estos clichés que tienen un punto. La comida es un tema súper importante. Al final, impacta todo tu cuerpo e incluso cómo te sientes. Si solo comes cosas refinadas y súper procesadas sin vitaminas ni minerales, al final tu cuerpo no va a funcionar al 100% y eso se va a reflejar no solo en tu salud, sino también en tu ánimo.

Toma un paso para atrás y revisa objetivamente tu alimentación. Honestamente, ¿estás comiendo montones de verduras o solo piensas que lo estás haciendo, cuando en realidad solo hay un par de verduritas flotando por ahí en una salsa mantequillosa?

Vamos a hablar más de este tema en otra entrada (o en otras, porque hay para mucho). Por ahora, trata de hacer esto en cada comida;

  • Incluye verduras y frutas. De las de verdad. Sírvelas con tan poquito aceite como sea posible. Come algunas frescas, crudas. No las llenes de salsas y aderezos. Busca que sean lo más abundante de cualquier plato que te comas.
  • Cambia las comidas procesadas que comes por otras menos procesadas. ¿Te gusta el pan? Compra pan fresco, no uno que venga pre empaquetado de una fábrica con montones de aditivos para que dure blandito semanas y. meses. Elige uno que sea de harina integral. Prueba uno lleno de semillas, lleno de fibra.
  • Reconsidera como te aproximas a los productos animales, si los consumes. El pescado y el pollo también cuentan. Cambia las carnes por fríjoles, lentejas, tofu y similares. Comienza con al menos un día a la semana y ve aumentando. Nota: no tienes que comer granos con proteína animal, las lentejas son igual de ricas sin chorizo.
  • No tomes azúcar a lo largo de todo el día. Aprende a preparar tus bebidas, haciendo infusiones en frío hierbas y frutas frescas sin la necesidad de añadir edulcorantes adicionales.

Moverte

El ejercicio no es la actividad favorita de muchos (me incluyo). Estar encerrados no ayuda a que motive más. No tener ganas ni de pararte hace que pensar en una rutina den ganas de reír. No poder dormir bien en la noche, o no poder dormir del todo, hace que el hacer ejercicio parezca una imposibilidad completa. Y aquí medio internet, todos los medios y tu hermana diciendo que hagas ejercicio.

Sin embargo, hay un punto: el ejercicio ayuda a tener un sueño más reparador, ayuda a controlar la ansiedad y el estrés, y en general al bienestar. Si puedes, ve afuera y aprovecha el sol y el aire fresco. Puedes comenzar por caminar y de ahí ir trabajando para correr, un poquito más cada día. Si tienes que quedarte en casa todo el día, ensaya una de las millones de aplicaciones de ejercicio, canales de YouTube y lives de cuentas de Facebook e Instagram que están apareciendo en estos días.

Comunicarte

Ponerte melancólico tú solito no va a funcionar. Como humanos, somos criaturas sociales. Habla con tu pareja sobre las cosas que te preocupan. Habla con un amigo. Vivimos en una era en la que la tecnología está a favor nuestro en este tipo de cosas, entonces úsala en consecuencia. No te quedes con una conversación chiquita ahí en Whatsapp, agarra tu teléfono y haz una video llamada. Si te sientes de humor, tómate el tiempo de escribir una carta o un email a un ser querido. Cuéntale de tus preocupaciones y escucha las suyas. De pronto no puedes apartar toda una hora para hablar con ellos, pero puedes hacer una llamada rápida mientras desempolvas o lavas los platos por décima vez en el día.

Meditar

Que viene a ser comunicarte, pero contigo mismo. Quien está siempre ahí pero a quien normalmente ignoras. ¿Has ensayado meditar? Los beneficios de la meditación han sido demostrados una y otra vez. Están apoyados por la ciencia y pueden ayudar con muchas condiciones. Desde conocerte a ti mismo y estar cómodo en tu propia piel, te da herramientas que te ayudan a hacer frente a situaciones difíciles (como esta) y a estar más en armonía con todo lo que te rodea. Incluso se ha relacionado con comer mejor al estar consciente de lo que estás comiendo. Los beneficios están repartidos a lo largo de todas las áreas de tu vida.

Como hacer ejercicio, hay montones de aplicaciones para meditar, al igual que montañas de libros, videos y blogs. Pero no necesitas todo esto: solo un poquito de tiempo, y a ti mismo.

Bonus: el concepto de las tres cosas, para cuando todo es difícil

Este concepto lo leí hace años en el blog de Elise Joy, que lo retomó luego para su libro Big Dreams, Daily Joys, donde lo expandió un poco más para que todo le mundo le pudiera sacar provecho. Hace algunas semanas lo compartió nuevamente en su instagram (en la segunda foto sale todo el detalle), porque ahora podría ser particularmente relevante para muchos:

Al final del día, se trata de ponerte tres objetivos básicos cada día. Objetivos súper básicos, tipo “lavar ropa, sacar la basura, llamar a X”. Objetivos para ese día, sin pensar en todos los días que siguen. Literalmente tomando un día a la vez. La idea es que, poco a poco, comiences a tener control de tus días otra vez, hasta que puedas incorporar cosas más grandes. Comienza pequeño y de ahí ve aumentando el alcance o lo que quieras hacer. Un día a la vez.

¿Qué acción puedes tomar hoy?

Seguramente leíste las diferentes ideas y pensaste algo como “pues igual ya estoy comiendo y haciendo lo que dicen todos, no hay nada nuevo”. Probablemente no: como mencioné en un inicio, al final son buenos hábitos para tener en la vida y que deberíamos llevar más allá de cualquier cuarentena. Es posible que haya alguno en el que sientas que sí puedes mejorar. O que está peor que los otros. ¿Por qué no eliges uno para enfocarte esta semana y miras cómo te sientes?


Imagen creada con una foto de freepik – www.freepik.com

1 comentario

  1. Andrés

    Todos tus comentarios son muy valiosos! Voy a buscar ponerlos en práctica. Gracias por tu ayuda.
    Por otro lado, cómo podemos hacer para que tu audiencia crezca más rápido que el COVID-19?

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